EN CAMPAÑA
Más profesionales de la salud pública reclaman que hace tres meses no les pagan
Se trata de un grupo numeroso de enfermeros y kinesiólogos pero estiman que hay personal de otras disciplinas que están en la misma situación. Tienen miedo de hablar porque reciben amenazas de ser despedidos.
Luego de la publicación que hizo El Chorrillero en las últimas horas sobre la demora en el pago de los salarios a los enfermeros del Hospital de Merlo, profesionales del Policlínico Regional San Luis se comunicaron con este medio para reiterar la problemática que atraviesan.
Una enfermera que prefirió mantener la reserva de su identidad por temor a represalias pidió hacer pública la situación que arrastran.
Explicó que son alrededor de 60 o 70 los enfermeros y kinesiólogos, entre ellos provenientes de otras provincias, que hace tres meses no perciben sus salarios. Incluso, desde el sector estiman que hay más personal afectado.
En su caso particular, contó que en mayo fue el último periodo que cobró. Arrancó a mediados del año pasado como monotributista con la esperanza de que en noviembre o diciembre la iban a incorporar a la carrera sanitaria, sin embargo, el tiempo pasó y nada de eso ocurrió.
“Los que entramos en ese lapso estuvimos hasta diciembre sin sueldo. Luego nos pagaron dentro de todo bien hasta mayo, pero nos hicieron firmar un contrato por seis meses, y tengo compañeros que desde ese momento no cobran”, sostuvo.
La profesional indicó que cuando intentan hacer algún reclamo a las autoridades “siempre nos dicen el mismo verso, se lavan las manos entre el Hospital y el ministerio de Salud, nos tienen a las vueltas con el tema de los pagos”. Y aseguró que también reciben amenazas: “Los jefes de servicio nos dicen que si hacemos algo nos van a echar o no nos van a incorporar a planta permanente’”.
Además del pago de los salarios, solicitan ser tenidos en cuenta en la carrera sanitaria: “Estamos más horas que los contratados y ellos cobran el doble, ya no se puede seguir trabajando gratis al Estado, uno entiende la pandemia y el contexto, pero hay compañeros que no tienen para comer y los alquileres no esperan tres meses”.
“Esto es precarización y explotación laboral, porque las exigencias para con nosotros son iguales. Si no cobramos, no les importa a nuestros jefes. Tampoco te podés enfermar porque te descuentan el día, salvo te contagies de covid”, graficó.
Y agregó: “Uno tiene una vocación, pero de eso no se come ni se vive”.
Los enfermeros que son contratados por monotributo perciben un sueldo de $60 mil, pero con los descuentos de los impuestos “nos queda en 50 mil pesos limpios”. La mayoría debe cumplir con 48 horas o cinco guardias semanales.
“No entendemos por qué tienen así a los trabajadores, más que se llenan la boca hablando de que somos héroes”, manifestó.
La profesional indicó que “nos merecemos la carrera sanitaria, trabajamos en pandemia, sin aguinaldo ni vacaciones cobrando cada cuatro meses”.
“Ojalá que nos contraten como corresponde, que lo demuestre el gobernador (Alberto Rodríguez Saá) y la ministra de Salud (Silvia Sosa Araujo), más ahora que es candidata. El personal de salud está cansado, agotado, no sé hasta dónde más vamos a llegar”, concluyó.